domingo, 18 de noviembre de 2012

Preámbulo y La Risa.


[Me gustaría dejar un par de cosas claras antes de colocar un textito dedicado con amor. En primer lugar, decir que mi vida esta pasando por el camino más extrañamente hostil que había transitado jamás. Por lo que, y lo que me conlleva a la segunda aclaración, puede que no este en mis mejores ánimos. Más que lo común, a eso me refiero. Porque saben los que me conocen, que puedo llegar a ser un gran cabrón gran cuando de la vida se habla. Pero, y a esto voy, no odio a nada y me cuesta hacerle entender a la gente lo que me ocurre. Realmente, decir que estos tiempos son extraños es muy, muy poco. Pero no me gustaría abrumarlos con mis problemas (que tampoco lo son) sino que quiero que, de cierto modo, no tiren más juguito de limón en mis ojos. Oiga, ¡todos quieren ser felices! Así que, moverte un toque y deja que me acomode. Y no me cagues a palos en lo posible. Soy un hombre, no una roca.

Y otra cosa, ‘Contra el Mundo’ es la mayor expresión de anarquismo mental a la que pueda yo (y mis compañeros) llegar a experimentar de manera escrita. No es más que eso. No te odio ni mucho menos, pelotudo/a.]

Ahora si, sin más preámbulos, esto:

En cierto punto pensé yo que la lágrima era, posiblemente, el único reflejo o, si se quiere, impulso físico para hacer catarsis. Aunque bien en vez de ir al teatro podía ahorrarme la plata, prender la tele o salir a la calle, y ver como esta la cosa en el país/planeta (¿suficientemente triste?). Pero, no mucho después me di cuenta que la risa es por demás, una gran expresión de felicidad instantánea que no requiere esfuerzo alguno y es gratuita. Podría decirse, entonces, es la contraparte positiva del llanto. Pero a mi parecer la calidez que brinda una sonrisa es mucho menos trabajosa que la mueca desdibujada que produce llorar. No le resta profundidad, pero es algo que (a simple vista) no causa tanto impacto a las personas. Parece ser una metáfora, de que lo bueno es fugaz y temprano, mientras que la tristeza se mantiene congelada por un letargo eterno. Es así como muchas veces, se conmemora más una muerte que un nacimiento, se recuerda más un dolor y hasta es celebrado más un ingreso económico que una amistad nueva. Para mí, la risa es una forma de decir las cosas, una instantánea de alegría, hasta una obra de arte en ciertos casos. No todos reímos por igual, así como no todos sufrimos de maneras gemelas. Incluso (como en mi caso) una lagrima es casi tan difícil como un examen de matemáticas, por eso me libero en forma de escalofríos. Es algo bastante raro, en realidad. Otra gente se libra con odio. Esa es también es buena (aunque suele traer bastantes problemas).

En fin, todo es mejor si se hace con una sonrisa. Es el idioma universal de la felicidad y hace que todos, todos todos, nos veamos mas bonitos. ¿O no?


Para Mari Tortora.


2 comentarios:

  1. So' dulce cuando queré'. Y Mari se lo merece.

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  2. Ahora hay que esperar que, de alguna magica forma, Mari lea esto que hice para su Café Littéraire.

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