Buenos Miércoles!
Vengo a dar mi opinión acerca de
aquellas personas que caminan mirando para abajo, como si estuviesen esperando
llegar al final rápido, ansiosas por ver que hay detrás, y se olvidan de lo más
importante, respirar…
Muchas veces no nos percatamos y
dejamos la vida misma pasar sobre nuestros hombros, como esa suave brisa otoñal
y cuando queremos parar, dejamos un montón de cosas atrás.
¿Qué es lo que sentimos cuando
el tiempo pasa y nosotros no hacemos nada al respecto?
¿Cuál es el sentimiento exacto,
para describir cuanto perdemos por estar distraídos?
A veces estamos atentos a lo
menos significante y cuando volvemos a la perspectiva general... Una lluvia
de cambios cae sobre nosotros y nuestras manos se llenan de nuevas incógnitas.
Nuestra cabeza se desenvuelve
poco a poco y un millón de preguntas nos ahogan... Buscando
nuevas soluciones. Un momento de
calma y felicidad en nuestra vida nos disfraza la insípida realidad.
Tendríamos que aprender a
convivir con nuestras propias emociones, no abstenernos de largar una lagrima,
o taparnos la boca al reír, somos libres, nuestra alma es libre y nadie debería
prohibir que nuestra alma se conecte con nuestro cuerpo y afecte nuestras
“emociones”,
Abrimos los ojos y nos
preguntamos ¿Por qué siempre algo malo tiene que deshacer estos
tiempos dorados? Nos encerramos, nos frustramos... Pero nunca disfrutamos,
también, del lado oscuro de la vida.
Equilibrio, encontrar un punto
medio entre la agonía de los momentos de llanto, y la alegría de nuevas risas,
existe un mal para un bien… y un bien para un mal.
Como bien dijo el Indio Solari;
"La vida sin problemas es matar el tiempo a lo bobo"; Nunca nos convencemos
que el dolor es parte de la vida misma y podríamos conectarnos, sentirlo, para
luego ver que no solo vivimos únicamente en la alegría, si no que sentir
también la catarsis del alma al despedir una lagrima, o al gritar con todas
nuestras fuerzas, es vivir.
Aceptar la vida también es poder
salir, de vez en cuando, sin paraguas para sentir la lluvia en la piel y darnos
cuenta que las nubes son, también, parte del paisaje. Son quienes luego se
abren para dejarnos apreciar de a poco cada rayo de sol.
Yo creo que los momentos de
tormenta nos hacen apreciar esas pequeñas cosas que por distraídos
no levantamos la cabeza para admirarlas. Cada vez que llueva, disfrutémoslo,
y cuando pare, salgamos a apreciar cada color que tiñe el cielo, el arco
iris.
El equilibrio, que hace que esos
momentos de mierda sean parte de la vida misma, recordemos que en ese
tiempo seguimos viviendo, no tendríamos que dejar el tiempo pasar, no te
distraigas más, salí a caminar...
♥♥♥♥♥♥♥♥♥
Caminando se aprende a ver... Corriendo solo se mira (:
ResponderEliminarHola roca, exactamente !!!
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