lunes, 25 de junio de 2012

¿Realidad onírica o narcolepsia aguda?



Que bello el soñar. Es el momento indicado y exacto en que nuestra alma se conecta con nuestro cuerpo y subconsciente, para dar a florecer los sentimientos más oscuros (o claros) y secretos, desde nuestros rincones inhóspitos cerebrales. Aquí la imaginación tiene rienda suelta y es la única regla regida en nosotros mismos. Puros y sin escrúpulos. La búsqueda de nuestras verdades, la llave de nuestro corazón, se encuentra en esas mínimas ondas cerebrales durante un proceso tan básico. Tiene lugar en R.E.M., o Rapid Eye Movement, (vale agregar que así se llamaba una de las mas queriditas banditas de la historia de la música, aunque quedara aclararlo para otra ocasión). Este proceso no es más que el post-cerrado de ojos, el sueño profundo, la torra indespertable, entre otros nombres curiosos y más simples.


Y vengo soñando con frecuencia ya, hace algunas temporadas. Realmente no encuentro una causa ante estos espasmos mentales que tuvieron lugar últimamente (tampoco es cuestión de buscarle un sentido, porque de esta forma perdería toda gracia). Por mi, de todos modos, mucho mejor. El punto es que algo realmente irreal esta ocurriendo. Algo profundamente... abstracto, si se quiere. Y es que me cuesta distinguir entre sueño y memoria. ¿Y que tal si no es mas que una premonición? Aunque a esta ultima la miro de reojo con bastante temor. ¿Se imaginan ver el futuro?


Sin embargo, el mundo onírico es de lo más profundo y justamente, abstracto, que uno pueda llegar a ''ver'' jamás. Pueden ser tanto alucinaciones, como deseos, como disoluciones de la realidad (como la conocemos). Entonces, el problema (porque parece que nunca voy a estar enteramente satisfecho) es que confundo en demasía estos estados. Y menos mal que no soy un oníronauta (aquel que realiza frecuentemente los llamados ''sueños lucidos'') Que no quiere decir que no lo haya intentado varias veces en el pasado. Simplemente le tome un helado temor al escuchar que la etapa post (o pre) lucidez es problemática: La conocida parálisis del sueño. El usuario es consciente de estar en vigilia, pero no puede mover un solo musculo. E incluso nos podríamos adentrar en lo que ve la gente que sufre estos casos. Podrían nombrarse: Demonios, La Muelte, duendes, y hasta Zulma Lobato. Escalofríos. ¿Se les cruza algo de ese calibre? Cosas como estas son razones suficientes para dejar al subconsciente tranquilo y no intentarlo. Aunque la recompensa a de ser de mas deliciosa.


Como siempre, me aleje de mi tema y tome una de esas tantas ramas del cerebro. Y me olvide del corazón. Porque si algo soñé y sueño, es de mujeres. Y no de manera sexual o irrelevante (aunque no faltan ocasiones y a veces es inevitable), pero de cualquier tipo. E soñado con amigas, familiares y hasta Dona, mi hermana canina. Y eso también pasa con hombres, pero parece que recuerdo más los sueños, si de mujeres se trata.
 

Todo lo anterior lleva a preguntarme: ¿Soñar provoca pensar más en alguien en particular o el hecho de pensar subconsciente (o conscientemente) en alguien, da lugar a la creación de sueños?


Ambas, me dicen por ahí.


Soñar es algo hermoso y todos deberían permitirse soñar. Incluso si se trata de cosas desagradables. Porque esta ahí la magia, el hecho de hacer catarsis y conectarnos con el alma. El mundo onírico es correcta y endiabladamente extenso, por lo que me falta conocimiento, experiencia, tiempo y alma para seguir hablando de él. Pero de seguro se retomara el tema, sea por mi o por mis amigos del escrito.


Para cerrar, últimamente estoy escuchando demasiado Psi-Electro-Rock y viendo Avatar (que ahora se llama Korra!) Creo que ahí radica la respuesta...

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