Cuando el
mundo se deshace
Y la
ilusión se desvanece
La llanura
se hace montaña
Y la vana
esperanza desaparece
El camino
invisible
La visión
mermada
Decepción
en cada esquina
Ni un
atisbo del Sol en su cara
Y el
despertador suena
Pero la
mañana no llega
En dos
vidas paralelas,
Sumida el
alma a la espera
Y con cada
paso, cada rayo de sol
La
oscuridad es más profunda
La montaña
más alta
La lluvia
más fuerte
Bloqueo
mental y sueño eterno
Dulce
irrealidad, realidad mi infierno
La mente se
desvanece, el cuerpo se carcome
Donde
quiera que mire, veo en gritos su nombre
Frío y pálido el soñador refugiado
Tiempo que se marchita, amanecer que no llega
Sueño eterno, despertar eterno
Y el reloj sigue andando
Esta es una pequeña poesía que
escribí hace aproximadamente un año (sino más), pero nunca quise publicar hasta
ahora, por alguna razón. Es más, creo que fue el primer poema "de
verdad" que redacté.
Hice únicamente un pequeño cambio
antes de publicarlo (agregué un verso, no les voy a decir cual, no creo que
importe tampoco), pero lo demás está exactamente como lo expresé en
ese entonces.
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