Hoy me decidí a no hablar de el amor. Ya me empalaga la
simple idea de ese edulcorante en mal estado. Me convencí de poder no escribir,
siquiera metafóricamente, sobre amor. Hoy no es un día tan bonito como para
hablar de ello. De hecho, ningún día es planeado, simplemente ocurre. Pero. Ya
estoy harto. Quiero hablar de como hoy me escape al campo. Hoy me escape a un
pueblito desolado a unos kilómetros de San Antonio de Areco, donde tengo una
pequeña casa. El pueblo se llama Villa Lía y esta, sin duda, poblado de todo
aquello que en la ciudad no veo a menudo. No solo hay escasez de gente, lo que
de por si ya es excelente, pero una variedad de fauna y flora digno de un
planeta exótico. Y yo le estoy tirando rosas a este lugar cuando, en realidad, solía
odiarlo. Pero al crecer, me conecte mas con lo que hay afuera. Y no tanto con
la basura porteña intergaláctica.
Y me siento tan encantado cuando voy, que simplemente
las artes florecen. Tanto letras como poesías como pensamientos como música
como plástica. Es increíble, como el veneno de un aire tan puro puede tomar
control de uno y, sin querer, hacer magia y catarsis. Para nadie más que uno.
Es ese momento en que me pierdo con la naturaleza. Que observo, admiro e
imagino. Busco en la tierra lo que no encuentro en la ciudad. Las flores, los
insectos, todo. Todo el ecosistema parece perfectamente sistematizado (no
dogmatizado). De manera colectiva y liberal. No hay peleas, lo que se toma, se
devuelve. Obviamente que no siempre es así. Pero esas abejas que vi hoy,
recolectando el néctar fresco, volando ininterrumpidamente, junto a otros
bichos, de manera pacifica e inestable. Fue algo realmente motivador. Esta,
creo yo, es una apología a algo todavía mayor. Algo en el que interviene la política,
la religión, la economía. La mano del hombre. Pero espero poder ampliar mas
adelante.
Estoy viviendo cada vez mas, estas pequeñas revoluciones
en mi interior. Veo como la gente se pelea, se separa, por nada. Como la
derecha y la izquierda se entremezclan en una cruda pelea que no tiene fin.
Como los de arriba controlan a toda la población, y nos mueven como títeres.
Muerte, corrupción, hambre. El hombre parece un sinfín, en una carrera por la
''evolución''. No se cansara nunca, hasta exprimir lo ultimo que queda de la
tierra. Y yo, como muchos otros, no defenderé a la humanidad de lo que hizo,
hace y hará. Tristemente, hasta que no haya nada.
Seria bonito, tomar, como yo, las metáforas que la
naturaleza nos entrega y utilizarlas, por el bien de todos. Al fin y al cabo,
somos todos dedos de una misma mano, ¿no?
Y hoy, para finalizar, quiero mandarle un saludo grande a
Jack White, que cumple añitos. FC, gatin.
Y hoy, para finalizar, también quiero compartirles un
par de blogs amigos, de un par de señoritas amigas, que no hacen más que traer lágrimas
a mi alma y risa a mi rostro. En serio, son ASI de buenos. Si pueden, pásense échenles
una miradita:
Esta cosita, que tiene un extravagante aroma a lunes
dominguero. Ah y, feliz día de ''la patria'' o
eso... a todos.
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