Ya a tal altura de la noche,
no imaginaba otra cosa sino dejar de pensar.
Su propio Ser interno le avisaba que no era hora,
su cuerpo y su mente no resistian lo mismo,
es que ellos ya habian sido tan utilizados,
que tras tan intensa batalla y tan desemerecida derrota,
se encontraban devastados, atonitos, pero intrigados,
en cambio su Ser aun persistia, no se arrinconaba,
no pretendia ocultarse tras la intensa mascara del Hoy Efimero,
pues sabia que tan intensa batalla, no merecia tan sencilla y devastadora derrota,
pero ¿que de los otros dos?
¿podia acaso el Ser superar las intensas peticiones que aquellos dos comunicaban?
¿podia aunque sea persuadirlos?
El Ser lo podia todo..... solo que en este caso,
su nublado objetivo comenzaba a carecer de sentido,
el Ser tan puro en todos sus aspectos, sincero, directo y prepotente,
se encontraba en una intensa lucha contra los propositos que el propio
habia logrado implantarse.....
Luego, la duda.
Tan devastadora como aquella que termino por desequilibrar a la mente,
que a su vez termino por fastidiar al físico.
Pero, ¿que era la duda, sin su respuesta?
De pesado andar, lenta y astillada por el camino,
la respuesta comenzaba a asomar su eterna y conocida verdad,
la mente lograba entablar una trillosa alianza,
a lo que el físico, obnubilado por el presente inconcluso, terminaba por unirseles.
Momentos despues se hallaban los 4, en el profundo limbo,
el Ser queriendo desplegar, aquellos 3 sosteniendo las alas, asentando las pautas,
que pretendían motorizar la renegada decisión que enfrentaba el Ser,
solo, indefenso, y por momentos aterrorizado.
Aun asi, lograba imponerseles, sabiendo firme,
que el Ser que impone y propone podia acabar con ellos y sus miserables cuestionamientos
de un soplo.
Comprende que el camino mas acertado, era el propio.
Previene que el mal momentaneo era un simple aviso de que aquel Ser no lograba dejarse ser.
Ante esto, no duda, elije, ¿acierta?
Quien sabe. El solo decide Ser.