...Sal. Porque así, como en las artes, para el artista
no hay nada peor que la indiferencia ante su trabajo. Y aunque ni ella ni yo
somos artistas natos (aun) se representan dolores de la misma calaña. Su
sonrisa, además de ser una suerte de bendición (que uno realiza con los ojos)
es toda un arte. Esas perlas que viste junto a esos labios de canela, son algo
que desafían las leyes de la naturaleza. Entonces, todo este texto y todo
aquello gira en torno a esos segundos de visión, un tanto galáctica, un tanto
perjudicial, pero 100% asombrosa. Y también es así, como me desvié de tema,
como me suele ocurrir con frecuencia.
Es curioso entonces como, el hombre, muy a pesar de que
sepa que algo le hará daño, buscara un corte, una quemadura o un flechazo antes
que la nada. Antes que sufrir esa absoluta nada. Como preferiría perder a
empatar. Uno prefiere el 1 o porque no el 2/5 y el -98 o el -3,14 antes que el
cero. Un cero tan blasfemo, tan venenoso que afecta hasta al verdulero que hace
sus cuentas. Nos cubre con la nada, con vacío doloroso. ¿Quien no, sin más,
prefiere un trueno antes que la llanura?
Eso, es en lo que yo me estoy oponiendo últimamente. Es
contra lo que yo peleo. Soy, tan solo, un humilde servidor de la negatividad y
de los positivistas heridos, siempre dispuesto a darle pelea a todo lo que sea
neutro y antinatural. Es preferible para mí recoger los restos polvorosos de
nuestros corazones que soportar la amarga y confortable sensación de no dar
pelea alguna. ¿O no?
Y que mal que me siento, y no se porque. O tal vez si
sepa la razón. Pero me esta derritiendo como cloruro de sodio a un hielo. Me
pregunto entonces: porque no me mata ya, si de todos modos estoy muerto. Y esta
sensación que tengo, es lo que, al fin y al cabo, me hace estar mas vivo que
nunca.
Sentir es vivir. Sea bueno, o sea malo.
Feliz regreso, Young The Giant - Typhoon [In The Open Season]
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